Hay paisajes a veces tan cerca – tan lejos, qué en sí son monumentos naturales, caprichos de la naturaleza, cuando descubrí la Cantera de Bateig, o mejor la falla natural con su gorro pétreo, fue como un viaje a través del tiempo, un encuentro con la memoria, una conexión con el origen, el big bang, la piedra podría contarnos historias de las culturas anteriores a la nuestra, de los avatares de los tiempos, de nuestros antepasados canteros, siempre sentí esa energía protectora que transmite la piedra, la mas noble de las materias. Acariciar sus grietas crecidas con el tiempo, caminar descalzo sobre sus arrugas como de una piel de elefante se tratara, sentir toda su energía, Bateig siempre fue mi refugio, el refugio de las ideas extraviadas, el espacio para la meditación, para el contacto con la madre tierra.
Quisiera dedicar este capitulo, a mi querido y gran amigo ya
desaparecido Vicente Segura Cerdá, gracias por tus conocimientos y tesis sobre
“La Piedra Nuestra”,
pero en especial por tu personalidad y gran amistad, por tus siempre palabras de
aliento, siempre estarás en mi memoria, en mi corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario