martes, 27 de noviembre de 2012

LIX 1990´s - Visages de l´Art Africain (West Africa) - Viajes




Más allá de los estereotipos de la exótica necesidad y la hambruna endémica, el continente africano acoge una gran variedad de culturas, caracterizadas cada una de ellas por un idioma propio, unas tradiciones y unas formas artísticas características. Aunque la gran extensión del desierto del sahara actúa como barrera divisoria natural entre el norte de África y el resto del continente, hay considerables evidencias que confirman toda una serie de influencias entre ambas zonas a través de las rutas comerciales que atravesaron África desde tiempos remotos.

En numerosas tribus indígenas de África, el arraigo de la tradición artística autóctona ha permitido el mantenimiento de diversas manifestaciones estéticas hasta épocas relativamente recientes, de tradición oral, las historias, los cuentos, la palabra se pasa de mayores a pequeños, de padres a hijos, la danza y la música inmersa en la cultura desde la mas tierna infancia, esta desarrollada por los clanes familiares de Griots.

La primera historia de África se escribe en barro cocido. Es en la tierra donde son modelados las figuras mas antiguas encontradas en 1947, en las proximidades del poblado de Nok en el centro de  Nigeria, datando aproximadamente de 500 años A.C. y 500 años D.C., las primeras figuras de barro se debe a la pobreza de las materias, ya que otros materiales como el metal se transformarían y refundirían mas tarde, y la madera seria atacada por las termitas, siendo con su valor mínimo el barro las primeras manifestaciones artísticas encontradas. La gran mayoría de las manifestaciones del arte africano tiene como materia básica la madera. En las tribus más desarrolladas se utilizaron, ocasionalmente, materiales como el hierro (en objetos de uso cotidiano, como cuchillos, azadas y hachas) o el bronce. El oro fue empleado por las culturas más evolucionadas, como las de Costa de Marfil, para joyas, pequeñas máscaras o colgantes.

El arte africano a llegado a convertirse entre unas de las artes de mas interés por las personas del mundo y entre las mas antiguas del mundo. Antes de que se iniciara el proceso de colonización del continente, la mayor parte de los pueblos africanos eran animistas, es decir, atribuían un alma o principio vital a todos los seres y fenómenos de la naturaleza. Sólo las civilizaciones más desarrolladas llegaron a crear un panteón de divinidades establecidas. Los africanos creían en un dios todopoderoso que no se comunicaba con los imperfectos seres humanos. Esa divinidad otorgaba a todas las criaturas un espíritu, que podía ejercer una influencia positiva o negativa; los más poderosos eran los antepasados: cuando un hombre moría, su espíritu se separaba de su cuerpo y vagaba por el lugar donde vivió. Los africanos creían que estos espíritus moraban en las figuras talladas que representan a los difuntos y que eran custodiadas por sus parientes.
En general, los valores fundamentales que presiden este sistema de creencias son la unidad y la armonía dentro de la familia y con el clan, con los antepasados y los espíritus. La religión es un acto comunitario, no individual. Los nativos que se convirtieron al cristianismo o al islamismo se esforzaron por mantener estos principios. En este contexto se diferenciaron dos manifestaciones artísticas básicas: fetiches y máscaras: Los fetiches son objetos a los que se atribuye un poder sobrenatural para ejercer influencias maléficas o beneficiosas. Cabe distinguir entre figuras-relicario, con cavidades para guardar objetos, fetiches de clavos, que ejercen influencias malignas, fetiches que transmiten los mensajes de los espíritus y tallas conmemorativas de personajes relevantes. Por su parte, las máscaras se emplean para captar la energía sobrenatural de los espíritus, en ritos funerarios y mágicos o en ceremonias destinadas a propiciar la fecundidad de la tierra. La realización de una máscara o de un fetiche se acompaña de un ritual específico, como el sacrificio previo de un animal.

Las mascaras y figuras, de un gran valor tanto estético como antropológico Influyeron a principio del siglo XX a artistas del Fauvismo y el Cubismo, como Matisse, Vlaminck, Picasso o Juan Gris, que supieron ver la belleza de las esculturas de arte negro sin un conocimiento previo de etnología.

Ya en nuestros días, uno de los más originales y cotizados pintores, el mallorquín Miquel Barceló, enamorado de ese “Gernica de cada día” como él ha definido a África, ha viajado por Malí, Burkina y Costa de Marfil, produciendo en sus talleres de Ségou y Gao, en Malí docenas de bocetos y alguno de sus más asombrosos cuadros, captando como pocos lo han hecho la luz el color, la textura humana de este rincón hermoso del continente africano.

¿Cuántos de los amantes de la música con raíces saben que Dakar se ha convertido, de la mano de Youssou N´dour, en la mayor factoría musical africana?  Y no hablamos de pintorescos bailes tribales, sino de nuevo canto de sirenas a ritmo de mbalax, djeémbe, salsa o hip hop. Una colección de ritmos dispuestos para el Metissacana (en bambara, “el mestizaje que viene”) ¿Quién podría suponer que hoy mismo, atrapados en este entusiasmo colectivo, los jóvenes de Dakar o de Uagadugu se parecen a los españoles mucho más que los colegas del norte, bailando y socializando hasta bien entrada la madrugada? Los clubs y discotecas que ofrecen música en vivo se multiplican en la geografía nocturna de las capitales de Senegal, Malí o Burkina, y junto a N´Dour, los también senegaleses Baaba Maal e Ismael Lô, nacido en Burkina Faso o Alpha Blondie, de Costa de Marfil, se han erigido ya en las nuevas voces de África. Pero no son más que la punta de un iceberg que arrastra a decenas de intérpretes y grupos dispuestos a iluminar espiritual y lúdicamente el continente africano. l´art d´Afrique.



                                                                               Cotê D´Ivoire





























                                                                                    Senegal









































                                                                                   Burkina Faso









































Este relato pertenece a un cuento de la autora Véronique TADJO que encontré en una librería de Abidjan.


 Grand-meré Nanan


Garnd-mère Nanan
aime les enfants,
tous les enfants.
Elle aime
rire avec eux.
Elle aime
s´occuper duex.
Elle aime
leur compagnie.

La maison de Grand-mère Nanan
est ouverte à tous les enfants.
Ils jouent dedans, ils jouent dehors.
Dès le premier chant du coq,
ils l´attendente devant la porte.

Grand-mère Nanan
a une poupée.
Cependant,
ce nest pas un poupée
comme les autres.

Grand-mère Nanan dit:
“Les enfants, écoutez, c´est la pluie
qui chante sur le toit de la maison.”
Mais l´un d´entre eux répond:
“Non, c´est le soleil qui pleure.”

La poupée de Grand-mère Nana
ne la quitte jamais.
La poupée mange
et boit à chaque repas.
La poupée dort dans son lit blanc.

Grand-mère Nanan dit:
“deux petites fillles que sourient,
cést joli!”

La poupée de Grand-mère Nanan
a beaucoup de valeur.
C´est se poupée porte-bonheur.
C´est sa poupée près du coeur.


Grand-mère Nanan dit:
“Les enfants, ne jouez jamais
sur la grande route,
les camions et les autos
comme de gros animaux
vous mangeraient.”

Grand-mère nanan
racontre des très belles legends
et pose de nombreuses devinettes:
“Qui vole comme
un oiseau dans les airs
et rugit comme une panthère?”

Grand-mère Nanan
sait beaucoup de choses
très importantes.
Elle connaît
toute l´histoire de la famille
et elle peut choisir
des plantes qui guérissent
quand on est malade.

Mais Grand-mère Nanan
est très vielle.
Alors parfois,
à la tombée de la nuit,
elle met sa poupée
sur ses genoux
et reste longtemps
assise sur sa chaise.
Elle regarde
le soleil se coucher
tout doucement.

 
Text: Véronique TADJO
Nouvelles Editions Ivoriennes
Abidjan Cotê D´ivoire 1996



De la misma autora y misma colección podéis encontrar los siguientes títulos:


-Le Seigneur de la danse
-Mamy Wata et le monstre
-Le grain de maïs magique




martes, 20 de noviembre de 2012

LVIII 1990´s - De Pateras y Piratas




El presente capitulo esta dedicado a mi querido y gran amigo Gaspar Esteve Limiñana, cómplice en multitud de proyectos compartidos, compañero de viaje, alma creativa, y mejor persona. Pero no puedo hablar de Gaspar sin hacer mención a nuestro querido y desaparecido amigo Luis Andreu Santo (que también se merecería un capitulo dedicado), gran compañero desde la infancia y que en un verano de los 80´s nos presento, los tres haríamos un buen equipo en los años de la primera adolescencia, descubriendo y adentrándonos en mundos hasta entonces desconocidos, la juventud y la curiosidad era nuestra bandera en aquel momento, nuestra amistad iría consolidándose a lo largo de los años.


Gaspar siempre fue un alma inquieta, observadora, extravagante y creativa, multifacético en muchos aspectos, y con un gran corazón y carisma, amante de lo bizarro, recolector de objetos encontrados, que mas tarde se reciclarían en obras de arte, las primeras obras que recuerdo son sus oleos oscuros, de temática un tanto macabra e irónica de la vida, sus esqueletos y cráneos de conejos fusionados con el óleo, mas tarde el collage fue otra de sus grandes técnicas, con la inspiración de África después de nuestro viaje, se adentro en el mundo de la escultura primitiva, impresionante su trabajo de esculturas africanas, termino siendo seducido por las nuevas tecnologías donde finalmente da rienda suelta a toda su imaginación explorando tanto los campos, desde la fotografía y la música, los medios audiovisuales y la animación. Todo esto aliñado de mil maneras diferentes de subsistencia, como trabajador en el campo, animador de fiestas infantiles, cuentacuentos, trabajador social, ayudante de cámara, camarero, portero, pinchadiscos, videoDj, artista underground, profe de teatro, alma bohemia. Una grandísimo amigo, ILY.

El presente trabajo lo realizamos durante la representación del cuentacuentos del Pirata, que Gaspar interpreto en la casa de cultura para los niños de la localidad de Novelda (Alicante) en el año 1996, y que más tarde otro de nuestros queridos y grandes amigos en común Javier Santos Asensi, quiso dedicarle una letras que acompañarían a las imágenes, finalmente todo esto acabo publicándose en la colección de “La última canana de Pancho Villa” - Oviedo (Asturias)


Para los que estéis interesados en conocer mejor a Gaspar Esteve Limiñana y queréis contactar con el, os dejo los siguientes enlaces:

http://www.facebook.com/gas7ar?ref=ts&fref=ts

 http://gas7ar.wordpress.com/




                                                      De Pateras y Piratas

                                                  Navega como te plazca, Lara, terminarás por ser mía.


 


No querrán ustedes que  érase-una-vez les cuente otro cuento de corsarios sin alma, o bucaneros sin escrúpulos. Digo yo que para qué necesitarán tanta cicatriz, tanta bandera y tanta gaita. Pirata soy, sí. De los que dan la lata. Pero hasta aquí, no más. ¿A quién le pueden interesar mis horizontes de papel de estraza? ¿Hasta dónde mis mares de corcho? Mitos son los bares, las tabernas y prostíbulos, pero ¿de quién son estas noches de delirio.

Estoy harto. ¡Por la más cojonuda de mis patas de palo! Harto de esta prisión de páginas fantasmas, harto de mi fina estampa y de mi parche de látex, harto del tiempo que no ocurre, como si no fuera con él este viento ¡Al carajo los cañones, las espadas y los galeones! ¿Quién necesita un capitán para navegar sin viento las cicatrices del mar de los cuentos nunca dichos? Cuenta-cuentos dichosos. ¿Quién se acordara de nosotros?.

Que arríen las jarcias, que se caigan los mástiles, que se jodan los príncipes y los cafres. Doblones, moravedís, cofres repletos de engaños. ¡Ya está bien de mentiras! Que con las dudas se hundan los tesoros y los hipócritas. Rumbo Sur, contramaestre, déle duro mientras a esta caña le quede timón.
   
 A la deriva una vez más. Todos somos islas; islas consumidas en sí mismas; islas colmadas de nosotros. Todos somos piratas. Somos náufragos de océanos interiores. Pero yo ya no quiero nunca más izar el trapo negro de la desesperanza, ni blandir la tibia dignidad de los filibusteros de antaño.
   
Me vuelvo a Larra a Moratín y a Espronceda. Con diez cañones por barba, a los románticos me remonto. Tiro de una jodida vez el parche y me arranco la patilla y los postizos. Me las piro y reclamo mi derecho de paso, mi perspectiva de pájaro. Y ya verán ustedes, a la primera sirena que me cante algo jondo, me hundo en sus brazos borracho de amor hasta los párpados.
 
Hasta entonces, déjenme en paz.
                                                                                        Solo y ceñido de mis recuerdos
                                                                                        Ahora que por fin ni-tan-colorín-ni-colorado.

                                                                                        Texo: Javier Santos Asensi






























        Canción del pirata

              Vengo de la isla, de la isla del Japón.
                 De fumarme cuatro chiris que mi novia me invitó.
             La grifa es una cosa que me pone “siego”,
           “me liga la pestaña” y me coloca en el talego.
          Talego, talego, coloca, coloca.

        Canción: Gaspar Asensi Limiñana







martes, 13 de noviembre de 2012

LVII 1990´s MADAGASCAR 5.5 - Viajes





5.5 Madagascar - Lemures y demás fauna



La fauna malgache es de origen esencialmente africano. Sin embargo, los molucos, los batracios y los quirópteros o murciélagos  muestran un parentesco netamente asiático, en tanto que las aves comparten procedencia histórica. Casi en boque está constituida por especies endémicas, originales en la propia isla a partir de los ancestros heredados del continente común. Casi cualquiera de los animales malgaches, de hecho, es una alhaja faunistica más o menos valiosa, empezando por el fantástico y ya extinguido aepyornis, un ave parecida a la avestruz, pero de proporciones gigantescas (3m de altura y media tonelada de peso), cuyos huevos semifosilizados –realtivamente abundantes en determinados yacimientos- cubican unos 7-8 litros nada menos.
Pero aun siendo verdad que el 95% de las 250 especies de reptiles malgaches son endémicas, aun siendo exacto que la fauna ivertebrada presenta millares de especies exclusivas y notables, no cabe duda de que las estrellas zoológicas de Madagascar son los lemures, el grupo de los prosimios para ser más exactos. No hay en la isla ni marsupiales, ni simios, ni ninguna especie del grupo de los elefantes, o de las cebras o de las liebres; hay apenas algunos carnivoros –todos endémicos, por cierto- y los famosos tenrecs, que pertencen al de los insectívoros, como los erizos; pero, sobre todo, lo que sobresale son los prosimios, la joya zoológica de Madagascar.


Los lemures son primates, como los monos o como el hombre. De hecho hay dos grandes grupos de primates: el de los antropoides, que incluye a los homínidos (familia a la que pertenecen las diversas especies humanas que han existido, incluida la actual), y el de los prosimios, que es donde encontramos a los lemures y especies afines. Los prosimios son primates primitivos, omnívoros o frugívoros. Morfológicamente, recuerdan a los monos con cola, pero su cara es “menos humana”, más perruna, con un hocico relativamente prominente y con un labio superior partido por la mitad, leporio por así decirlo. Los hábitos nocturnos o crepusculares de buena parte de los prosimios explican el notorio desarrollo de su sentido de la visión, a cuyo servicio están dos ojos redondos y grandes, enormes en algunos grupos, que contribuyen a darles un aspecto simpático, a veces incluso algo cómico. Irreductiblemente arborícolas, muestran una proverbial habilidad para trepar y saltar de rama en rama, destreza a la que sin duda contribuyen decisivamente sus manos y pies  de pulgar oponible, capaces de asirse donde sea.

Si bien es cierto que se han hallado prosimios fósiles en América del Norte e incluso en Europa, los prosimios actuales, salvo algunas contadas excepciones africanas, viven sólo en Madagascar (o Comores) y en las tierras del sudeste asiático (Borneo, Sumatra, Filipinas): una vez más la vocación asiática malgache se pone de manifiesto.
En concreto, hay 28 especies distintas de prosimios en Madagascar. En las selvas y bosques húmedos orientales viven 21 de ellas –es decir, la mayoría-, de las que 13 no se hallan en ninguna otra parte de la isla. La más célebre, sin duda alguna, es el nocturno y enigmático ei-ei o aye aye (Daubentonia madagascariensis), extraordinario animal de pelaje negruzco, dotado de unos dedos larguísimos, especialmente el tercero de cada mano, con el que hurga en agujeros y recovecos de los troncos y de los frutos en busca de larvas o pulpas alimenticias. Le va a la zaga el indri (Indri indri), de hábitos diurnos y pelaje blanco y negro, que con sus proporciones de chimpancé y sin apenas colo es el mayor de todos los prosimios.

En los bosques secos y matorrales espinosos del oeste viven quince especies de prosimios, siete de ellas propias solamente de semejantes hábitats. La más conocida es el maki (Lemur cutta), un lemúrido típico, de color gris, provisto de una larga y elegante cola anilladamente listada de blanco y negro, sociable hasta el punto de convertirse casi en animal de compañía, el sifaka (Propithecus verreauxi), blanco, con la cara, las orejas , el pecho y los muslos negros, es un acróbata experto. Capaz  de pegar saltos de cinco o seis metros de una a otra planta erizada de espinas, con tal asombrosa precisión que acaba agarrándose al único centímetro de rama no vulnerable.
Y la lista sigue. Concretamente con ocho especies ubiquistas, es decir que se encuentran en cualquiera de las áreas forestales de la isla, sean húmedas o secas. Las más conspicuas  son los microcebos y los queirogalos (Microcebus, Cheirogaleus), pequeños prosimios nocturnos de la medida de un ratón o poco más, y mirada enternecedora. Dar con ellos no es nada fácil, desde luego.
Texto: Ramon Folch, Altaïr Nº4, Primavera 1992, Oasis S.L.



                                                                                     Amboasari























                                                                                 Andasibe (Perinet)





























                                                                             Ranohira (Isalo)





























                                                                                    Amboasari











                                                                              Andasibe (Perinet)





                                                                                  Amboasari





























                                                                              Ranohira (Isalo)